miércoles, 12 de septiembre de 2012

Bien pero desconfiados


Siempre que visito al central azucarero Antonio Guiteras lo hago con placer porque voy al encuentro de un colectivo de trabajadores alegre y emprendedor, de probada fortaleza, muy experimentado y de una trayectoria productiva difícil de superar por cualquiera de sus semejantes, en la nación cubana.
Como en otras oportunidades, también ahora  los vi  inmensos, poniendo el extra  frente a una tarea de tanta envergadura y significación para el futuro de la próxima zafra, como las reparaciones industriales, actualmente en pleno apogeo.
Evitar que la cosecha entrante arranque después de la fecha oficial prevista, entre otras razones, por atrasos en el alistamiento del ingenio,  tal y como sucedió el pasado año, deviene objetivo que mantiene  en plena disposición combativa a los mecánicos, paileros, soldadores, ayudantes, al personal de mantenimiento especializado y a las demás fuerzas encargadas de afilarle los dientes al Mayor Productor de Azúcar de Cuba.
Para Ilan Delgado Vázquez, jefe de producción de la unidad,  hasta ahora las cosas van saliendo bien, pues agosto cerró con un avance físico del 24 por ciento, justo lo previsto para la etapa transcurrida.
“Tal resultado –dice- es fruto de la decisión adoptada por un grupo de 194 trabajadores fabriles de no solo renunciar a 15 días de sus vacaciones en agosto, sino de extender hasta las 7:00 de la noche la jornada laboral.”
En esta etapa no se prevé ninguna modificación significativa en el equipamiento tecnológico del Coloso del municipio de Puerto Padre, a no ser la reparación capital de cuatro cristalizadores en el área de fabricación, la instalación de dos mazas nuevas en los molinos y trabajos especiales en los conductores de arrastres de los molinos, señalados como las rutas más críticas del ingenio en la anterior zafra.
De mantener los preparativos el ritmo actual, es posible hacer el ejercicio de zafra en noviembre, la  prueba general el 11 de diciembre y comenzar oficialmente la zafra 2012-2013, el 21 de ese mes, como está previsto.
Pero el curso feliz de tales propósitos mucho depende de los abastecedores, pues en la etapa anterior la demora en llegar de buena parte de ellos se convirtió en  obstáculo insalvable, propiciando atrasos en el alistamiento del “Antonio Guiteras” y que este arrancara la planta moledora 10 días después de la fecha indicada y sin ninguna comprobación.
Lo que sucedió después es conocido: elevado tiempo perdido por roturas industriales e interrupciones operativas, bajas molidas, problemas con la eficiencia y que el Gigante del Municipio de Puerto Padre incumpliera el plan de producción de azúcar de la zafra.
“Por eso, porque conocemos la historia, me preocupa que en fecha tan temprana como estas ya estemos hablando de atrasos con la llegada de algunos recursos, entre estos tuberías de diferentes diámetros”, alerta el soldador B Omar Carralero Molina.
Similar inquietud mostró el también soldador Roberto Rivera Ramírez, quien considera que “el personal de aseguramiento debe aprovechar el descanso de los trabajadores para gestionar los recursos, de modo que en septiembre estén en el ingenio el grueso de los abastecimientos, situación que no ha sido así.”
Por su parte José Miguel Rodríguez Leyva, mecánico montador del tándem,  estima que “esta vez el tiempo disponible para alistar al ingenio es mucho menor al de otros años y  necesitamos que los compañeros de aseguramiento respondan como lo están haciendo los trabajadores, quienes renunciaron a parte de sus vacaciones, alargaron las jornada hasta la 7:00 de la noche y expresaron su disposición de laboral la mañana de cada domingo, de ser necesario. Si  nos unimos, nada puede fallar.”
Lo cierto es que todo lo que se haga en función de tener a plana disposición, desde el mismo comienzo,  al central Antonio Guiteras, Cuba en general y la provincia en particular, lo agradecerán sobremanera,  porque para la próxima campaña el Coloso de mi pueblo tiene el compromiso de entregar más de 80 mil toneladas de azúcar, cifra superior a la de la campaña anterior y con la cual espera revalidar la condición de Mayor Productor del país.

CONFORT Y BELLEZA


En mi pueblo a los trabajadores del sector azucarero no solo se les garantizan las herramientas y los medios de protección necesarios para el buen desempeño de sus funciones, sino también  lugares a donde puedan ir a coger un diez -como solemos decir los cubanos cuando vamos de vacaciones-, luego de un año de intenso quehacer productivo.
Uno de esos acogedores sitios  es el  Motel TunAzúcar, devenido un verdadero  coloso nacional de la recreación, especialmente para los obreros agroindustriales y sus familiares
Capaz de seducir al más exigente de los vacacionistas, la instalación tunera tiene el don de ser la Villa recreativa más llamativa y de mayor capacidad de alojamiento del grupo empresarial azucarero AZCUBA.
Situado a escasos kilómetros de la capital provincial, en un entorno donde el silencio y la paz se confabulan para regalarle al visitante una estancia feliz, el motel dispone de magníficas y bellas instalaciones, que conviven en armonía con la naturaleza y el medio ambiente.
El  agradable  espacio se ha convertido, con el bregar de los años, en la mejor opción recreativa de nativos y foráneos, sobre todo para aquellos que les gusta combinar la pureza del aire con el confort y el buen servicio.
Fruto de una proeza laboral, el inmueble abrió sus puertas el 26 de julio de 1997, ocasión en la que Las Tunas se ganó la sede del acto nacional por la histórica efeméride.
Momento aquel memorable para su colectivo, por cuanto tuvo el honor de tener entre sus primeros huéspedes al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y a otros altos dirigentes del Gobierno revolucionario.
Desde entonces a la fecha han transcurrido 15 años y, sin embargo, la Villa mantiene la vitalidad del primer día. Alojamientos con mobiliario de estreno, acondicionadores de aire, refrigeradores, ventiladores, servicio telefónico desde las 30 cabañas, piscina, bar cafetería, restaurantes, parrillada, punto de venta de la gastronomía especializada, sala de juego, área para la distracción de niños y otras ofertas están a disposición de los visitantes.
En esas particularidades, un servicio de primer nivel y la amabilidad de sus 52 trabajadores se sustenta el prestigio y la preferencia de los tuneros por TunAzúcar, hasta el grado de haber recepcionado y atendido a más de 80 mil 400 huéspedes, especialmente a obreros del sector con sus familiares, durante estos 15 años de fructífero andar.
La cifra no incluye a buena parte de los seis mil 200 vacacionistas que por allí pasaron en este verano, que en el caso específico de la Villa de los Azucareros, se extenderá hasta octubre para seguir recibiendo a cañeros y a trabajadores destacados del resto de las unidades empresariales de base de la Empresa.
"Por todo lo anterior, y porque en estos tres lustros también hemos ingresado al presupuesto del Estado más de 20 millones de pesos, con un costo por debajo de lo planificado y un salario medio en ascenso mediante el pago por los resultados del trabajo, es que yo considero que nuestro colectivo trabaja para estar a la altura de las exigencias actuales de nuestra economía", asegura su administrador José Alberto Más Hernández.
Aunque en sentido general las instalaciones se conservan bien, apremia un mantenimiento especializado a las instalaciones y, tanto en plomería como en electricidad, así como mejorar la luminaria, lo cual es imposible de acometer sin el apoyo de la Unidad Empresarial de Base de Servicio de AZCUBA.
No obstante, para José Ramón Quevedo Rodríguez y Héctor Luis Zayas, vacacionistas procedentes de las UEB de los derivados y de transporte automotor Antonio Guiteras, el motel es algo así como un pequeño oasis por la tranquilidad del lugar, la variedad y calidad de las ofertas y el buen trato, cuestiones fundamental para disfrutar con la familia unos días de vacaciones después de un año de labor."
De cualquier manera, las cuestiones susceptibles de mejorar, no opacan ni le restan brillo a este singular sitio de la campiña tunera, adornado por la belleza de las edificaciones y de los cocoteros, deviene una opción ideal para disfrutar en familia y en un ambiente de sana alegría.