En los albores del Primero de Mayo, mi cuidad se muestra al
visitante en todo su esplendor. La colocación de banderas, adornos, carteles y
de afiches en avenidas, edificios, instituciones y centros de la economía y
prestación de servicio, la hacen más bella, reluciente y acogedora que de
costumbre.
Tanto en esta urbe como en las restantes ciudades, pueblo y comunidades,
la gente lleva a cabo sus actividades
cotidianas pensando en la gran cita del Proletariado Mundial.
Desde hace varios días la dinámica
en toda la geografía tunera ha cambiado hasta tal punto, que a estas alturas ya todos los municipios
visten las mejores galas para convertirse en el escenario propicio que acogerán
a hombres y mujeres, jóvenes y niños,
trabajadores y no trabajadores. En fin, al
pueblo todo.
Y si de preparativos se trata, las familias
no se quedan atrás. En cada hogar se ponen a punto sombreros, sombrillas,
pañueletas, banderas y bolsos provistos con agua y otros aseguramientos.
Plaza y desfile, desfile y plaza. Dos
vocablos que se repiten una y otra vez en la prensa escrita, radial y televisiva, en
centros de trabajo y de estudio, paradas de ómnibus,
reuniones, vivienda y en cualquier esquina del barrio.
Tanto es el interés que la cita obrera
promueve, que más de 300 mil tuneros de todas las edades y sexos, ansiosos
por vigorizar su unidad en torno al
Partido y a la Revolución, han
fijado su participación en las disimiles
marchas y encuentros que tendrán lugar, de un extremo a otro, de este
territorio.
Tamaña movilización puede interpretarse como fruto del cambio que viene operándose en Las
Tunas, de su progreso en todos los frentes y de manera especial en lo social, a
partir de un sistema de trabajo que tiene como eje motriz, la solución de los
problemas, a partir del esfuerzo propio.
Por eso es que en esa histórica Jornada los
nativos podrán hablar de resultados, de impulso en la producción de alimento y de
cumplimientos, como los alcanzados por los agropecuarios en los nueve encargos
estatales -tomate industria, arroz y frijoles para la canasta familiar, venta
leche contratada, carne vacuna, de ganado menor y porcina, huevos y madera
cerrada- así como en exportación de
carbón vegetal, tabaco y miel.
Esa es también la divisa que marca el
quehacer en las empresas de Muebles Ludema,
ACINOX -esta última autora de un récord productivo- e incluso del sector
azucarero, pues a pesar de la difícil situación de la zafra, sus obreros llegan
al Día Internacional de los Trabajadores con un crecimiento superior a las 30
mil toneladas del dulce, respecto al año anterior, mientras el central
Majibacoa suma ya seis mil
toneladas extras y el ”Antonio Guiteras” acumula unas 76 mil 500 y continua en pleno
zafarrancho, dispuestos a completar las
100 mil, con lo cual recuperaría la
condición de mayor productor, actualmente en
poder del “Uruguay”. Hasta la
reincorporación del “Colombia” y su aceptable desempeño, es digno de encomio.
Así de fogoso y emotivo anda el ambiente por
Las Tunas, cuando apenas faltan horas para el memorable desfile, el cual constituirá
una manifestación de unidad y de apoyo a las transformaciones económicas y
sociales que se llevan a acabo en la nación, al calor de los acuerdos y resoluciones
emanados del Vll Congreso y de la Conferencia Nacional del Partido.
Como diría un amigo, al observar el incesante
movimiento que por estos días aquí se vive: “Mi pueblo arde, pero no en llama,
sino de alegría, entusiasmo y de
combatividad revolucionaria”.