Para rescatar la credibilidad de la provincia, muy
lastima a nivel nacional por las pifias cometidas en las reparaciones del
equipamiento agroindustrial y en la zafra, no basta solo con disponer de los
recursos materiales a tiempo, sino contar con trabajadores y directivos competentes,
conscientes del rol que desempeña y muy disciplinados.
La cuestión es que las últimas etapas de precampañas han
adolecidos de esos atributos, lo que unido a fallas en los abastecimientos de
materiales impidieron arrancar en tiempo las zafras y recuperar los atrasos
generados por esa causa, trayendo como consecuencia final, el incumplimiento de
los planes de producción de azúcar, tal y como ocurrió en esta.
Y no es que lo diga yo, así lo
han manifestado, en reiteradas ocasiones, los trabajadores y directivos de los
ingenios, como a continuación referimos.
En un trabajo escrito el 2 de marzo del 2012
relacionado con el mal comportamiento de la zafra en el central Amancio
Rodríguez, y posteriormente publicado con el título La verdad sobre los hierros, el mecánico de molinos Pedro Poll
Ramos, dijo…”Pero las desgracias de la
zafra aquí no solo obedecen a problemas objetivos, el apuro por comenzar a
moler sin estar listo el ingenio y la
falta de amor y de interés de algunos directivos y trabajadores, han complicado
aun más la situación de la fabrica…”
El
operador de evaporadores Pepe Vázquez, expresó, “Mire, es verdad que hubo
problemas de recursos, pero aquí hay sus detallitos, sus cosas, que debemos
caerle arriba, todo el mundo debe ponerse para esto, el jefe, el obrero,
prestarle mayor atención al trabajo, ser mas cuidadoso y más enérgico frente a los problemas, para
que esto pueda marchar.”
Por
su parte el ingeniero Aníbal Castillo Machado, especialista en mantenimiento,
quien por aquel entonces apoyaba al sureño central, fue categórico al exponer
que “la decisión de arrancar equipos sin estar reparados, la falta de
capacitación del personal de operaciones en algunas áreas y poca agresividad
para acometer las dificultades, han conspirado contra el buen comportamiento de
la industria.”
Más
cercano en el tiempo, el 2 de febrero de este año, en un trabajo que
intitule Podrá el “Guiteras” sumar otra hazaña, el ingeniero Rafael Basulto
Cordoví, jefe de la sala de análisis, reconoció que en la primera etapa de la
zafra el Gran Campeón Nacional del Azúcar había sufrido de todo un poco, desde
reparaciones muy atropelladas en su recta final, por atrasos en el suministro
de recursos y falta de fuerza calificada, hasta problemas de indisciplina y de
exigencia, pasividad y falta de acometividad en la solución de roturas e
insuficiencias en la operación.
De
estas observaciones subjetivas que hacen tanto daño como la falta de recursos,
tampoco escapa el central Majibacoa, unidades empresariales de base de atención
a productores agropecuarios y establecimientos de prestación de servicios y de
aseguramiento.
Es
un tema sobre el cual el Sindicato y la administración, en cada lugar, deben
reflexionar y actuar desde ahora mismo para extirpar de raíz las causas que
generan tan perjudicial proceder.
Desde
el punto de vista de los aseguramientos materiales, al parecer la provincia
está en mejores condiciones para hacer unas reparaciones en tiempo y con
calidad, solo que para ello hace falta rescatar la disciplina perdida en el
quehacer agroindustrial, y porque no, en parte de los directivos y trabajadores.
Nada
muestra mejor la disciplina de cada quien, que su manera de hacer las cosas. Un
trabajador puede considerarse disciplinado si hace todo bien desde el principio hasta el
final, si pone el máximo de empeño por
la calidad, si asume una actitud consecuente ante la jornada laboral y si es
capaz de cumplir con creces sus obligaciones laborales sin necesidad de que lo vigilen y controlen.
Hoy
en día, además del liderazgo, la industria azucarera tunera necesita de
directivos con una clara disciplina, capaz de generar confianza en su colectivo
de trabajadores, de manera que entre todos puedan lograr los objetivos planteados.
De
ahí que el sector necesite, quizás como en ningún otro momento, del valor de la
disciplina para poder salir adelante en su quehacer integral, máxime cuando la
zafra anterior le robó un mes a la actual etapa de limpieza, desarme y conservación de la maquinaria industrial y de los equipos que intervendrán en el corte, alza y tiro de la caña, en la cosecha 2014-2015.
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