domingo, 10 de noviembre de 2019

En pleno apogeo medidas de ahorro


A qué tunero no le agrada conocer que su provincia ha estado a la altura de los objetivos planteados por la máxima dirección del país, cuando en septiembre puso en marcha medidas organizativas coyunturales, a fin  de atenuar el impacto en la población de las afectaciones de combustibles, causadas por el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba.
Señalar -por solo citar un ejemplo-  que a partir el  12 de septiembre en que el país se declaró en emergencia energética para optimizar los pocos recursos  disponibles,  hasta hoy, el  territorio ha merecido más de un reconocimiento nacional, por no permitir excesos en el consumo de electricidad.
Tan así es que,  desde entonces hasta 31 de octubre -última evaluación realizada al respecto  por la dirección de la Empresa Eléctrica en el Balcón de Oriente-, se dejaron de consumir  300 MW/h como promedio diario, cifra equivalente a 700 toneladas de diésel economizada.
Al valorar las causas del positivo  balance, los especialistas les atribuyen especial significado a un sistema de trabajo que hoy mantiene total vitalidad, a través de teleconferencias con el Consejo Energético Nacional, provincial y municipal y de sistemáticas  inspecciones a los grandes consumidores.
Lo anterior, unido a rigurosos ajustes del servicio en el sector estatal y a una superior conciencia de la población, respeto al ahorro del fluido, ha  hecho posible mantener por debajo la demanda planificada en los horarios pico.
De lo que se trata ahora es de defender el  prestigio ganado a nivel del país, y para eso el pueblo tunero debe tener una participación más activa en la batalla por el ahorro, pues con la puesta en vigor del horario normal, a partir de 3 de noviembre, comenzó un periodo tenso para las unidades generadoras de electricidad.
Con más de 184 mil clientes que monopolizan el 70 por ciento del total de la electricidad que se distribuye en el territorio, el sector residencial atesora la mayor reserva de ahorro por alcanzar en el Balcón de Oriente.
Razón más que suficiente para que las acciones de las organizaciones de masas, organismos políticos y las estructuras del Gobierno en la base confluyan hacia el logro de una mayor concientización de los pobladores, sobre la urgencia de hacer un uso más eficiente y racional de la energía en los hogares.
De ahí que resulte de vital importancia acomodar las medidas de ahorro de acuerdo con las características de los meses de invierno, en los que las noches son más largas y menor la luz del día, por lo que el uso de la iluminación artificial se incrementa de manera sustancial, entre las 5:00 PM y las 9:00 pm.
Es en ese lapso de tiempo, identificado con mucha razón como el horario pico, en que miles de familias, colectivos de centros de trabajo, de estudio, de prestación de servicio e instituciones de salud deben cerrar filas, en virtud de utilizar solo los equipos y luminarias indispensables.
A tenor con ese imperativo, la dirección de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (ONURE) en la provincia, recuerda a los clientes del sector residencial las siguientes medidas de ahorro: Desplazar las actividades del hogar (Cocinar, lavar y planchar) fuera del horario pico-11:00 am a 1:00 pm y de  5:00 pm  a 9:00 pm-, mantener bajos niveles de iluminación para ver el televisor, encender el aire acondicionado preferiblemente después de las 10:00 de la noche y ponerlo en posición de ventilador si sientes frío, y agrupar la mayor cantidad de ropa para lavar y planchar, entre otras.
Al sector estatal  aconseja conservar encendidas solo las luces imprescindibles para trabajar, conectar los equipos de climatización en los horarios de 8:00 am a 10:00 am y 1:00 pm a 4:00 pm, excepto los que se encuentren en régimen tecnológico, apagar todos los dispositivos en el horario cumbre, exceptuado los que determinen la dirección de la organización y desconectar todos los equipos y las luces, al finalizar la jornada laboral.
Corresponde a cada tunero asumir una actitud madura y positiva frente al ahorro de energía, en los momentos en que la demanda de electricidad alcanza sus máximos valores.