Señalar -por solo citar un ejemplo- que a partir el 12 de septiembre en que el país se declaró en
emergencia energética para optimizar los pocos recursos disponibles,
hasta hoy, el territorio ha
merecido más de un reconocimiento nacional, por no permitir excesos en el
consumo de electricidad.
Tan así es que, desde entonces hasta 31 de octubre -última
evaluación realizada al respecto por la
dirección de la Empresa Eléctrica en el Balcón de Oriente-, se dejaron de
consumir 300 MW/h como promedio diario,
cifra equivalente a 700 toneladas de diésel economizada.
Al valorar las causas del positivo balance, los especialistas les atribuyen
especial significado a un sistema de trabajo que hoy mantiene total vitalidad,
a través de teleconferencias con el Consejo Energético Nacional, provincial y
municipal y de sistemáticas
inspecciones a los grandes consumidores.
Lo anterior, unido a rigurosos ajustes del
servicio en el sector estatal y a una superior conciencia de la población,
respeto al ahorro del fluido, ha hecho
posible mantener por debajo la demanda planificada en los horarios pico.
De lo que se trata ahora es de defender
el prestigio ganado a nivel del país, y para
eso el pueblo tunero debe tener una participación más activa en la batalla por
el ahorro, pues con la puesta en vigor del horario normal, a partir de 3 de
noviembre, comenzó un periodo tenso para las unidades generadoras de
electricidad.
Con más de 184 mil clientes que monopolizan
el 70 por ciento del total de la electricidad que se distribuye en el
territorio, el sector residencial atesora la mayor reserva de ahorro por
alcanzar en el Balcón de Oriente.
Razón más que suficiente para que las
acciones de las organizaciones de masas, organismos políticos y las estructuras
del Gobierno en la base confluyan hacia el logro de una mayor concientización
de los pobladores, sobre la urgencia de hacer un uso más eficiente y racional
de la energía en los hogares.
De ahí que resulte de vital importancia
acomodar las medidas de ahorro de acuerdo con las características de los meses
de invierno, en los que las noches son más largas y menor la luz del día, por
lo que el uso de la iluminación artificial se incrementa de manera sustancial,
entre las 5:00 PM y las 9:00 pm.
Es en ese lapso de tiempo, identificado con
mucha razón como el horario pico, en que miles de familias, colectivos de
centros de trabajo, de estudio, de prestación de servicio e instituciones de
salud deben cerrar filas, en virtud de utilizar solo los equipos y luminarias
indispensables.
A tenor con ese imperativo, la dirección de
la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía (ONURE) en
la provincia, recuerda a los clientes del sector residencial las siguientes
medidas de ahorro: Desplazar las actividades del hogar (Cocinar, lavar y
planchar) fuera del horario pico-11:00 am a 1:00 pm y de 5:00 pm
a 9:00 pm-, mantener bajos niveles de iluminación para ver el televisor,
encender el aire acondicionado preferiblemente después de las 10:00 de la noche
y ponerlo en posición de ventilador si sientes frío, y agrupar la mayor
cantidad de ropa para lavar y planchar, entre otras.
Al sector estatal aconseja conservar encendidas solo las luces imprescindibles
para trabajar, conectar los equipos de climatización en los horarios de 8:00 am
a 10:00 am y 1:00 pm a 4:00 pm, excepto los que se encuentren en régimen
tecnológico, apagar todos los dispositivos en el horario cumbre, exceptuado los
que determinen la dirección de la organización y desconectar todos los equipos
y las luces, al finalizar la jornada laboral.
Corresponde a cada tunero asumir una actitud
madura y positiva frente al ahorro de energía, en los momentos en que la
demanda de electricidad alcanza sus máximos valores.