Si en el Grupo Azucarero
Azcuba y, por supuesto, en la provincia, hay un colectivo agroindustrial que no
se deja amedrentar por las dificultades,
ese es el del central Majibacoa. De ello
abundan las evidencias.
Como no acordarse, por soto
citar un ejemplo, de aquellos empantanados días –comprendido entre principio de
enero y mediado de febrero- de la zafra
2017-2018 en los que allí no pudo producirse un grano de azúcar, debido a las lluvias
intensas y prolongadas que presagiaron
los peores resultados, en años, para un central acostumbrado a lo
contrario.
Sin embargo, los trabajadores y directivos nunca flaquearon ni se dieron
por vencido. Su firmeza y arrojo fueron tales que al final de la jornada
archivaron resultados merecedores del
reconocimiento de la máxima dirección de Azcuba y de la provincia.
Ahora mismo, cuando las dificultades han cobrado un costo grande en
azúcar, ellos, lejos de pintar de pesimismo el futuro de la presente cosecha,
hablan con tal serenidad y certeza del
cumplimiento del plan, que hasta los más escépticos comienzan a modificar su
apreciación.
“Cierto es que estamos apretados, pero jamás derrotados. Ni las actuales
dificultades ni las que puedan surgir en lo adelante, harán que renunciemos a
una sola de las 65 mil 849 toneladas de azúcar comprometidas,” asegura Víctor
Torres González, director de la unidad empresarial de base Central Majibacoa.
Respaldan ese criterio una industria que, tras rebasar los problemas del
turbo generador, está en plenitud técnica para procesar toda la caña que llegue al basculador, valores en el
rendimiento industrial por encima del 11 por ciento y sobre el 90 de
aprovechamiento del potencial cañero, así como un cuatro por ciento de tiempo
perdido por causas imputable a la fábrica, 10 menos que el límite permitido.
El autoabastecimiento de electricidad y un azúcar acorde con las exigencias del mercado
internacional -99,23 de Pol-, devienen
otros elementos positivos que sitúan al Majibacoa en mejores condiciones de defender el
cumplimiento del plan de producción.
De hecho y a pesar de estar parando entre seis y siete horas todos días por falta
de caña, el colectivo avanza a un ritmo de 405 toneladas de azúcar por jornada
y acumula ya sobre 35 mil –un poquito
más de la mitad de la meta-.
Según el programa “Majibacoa” tiene fecha de cumplimiento para el 5 de
mayo, pero de estabilizar la molida en niveles del 70 por ciento –ahora oscila
entre un 55 y 60-, entonces los majibacoenses pudrían desfilar el 1 de Mayo
enarbolando la bandera de la victoria.
Para Alberto Escalona Ramírez, jefe de zafra en ese territorio, así
puede suceder, pues entre las medidas puestas en marcha para fortalecer la
transportación de caña -hoy por hoy el talón de Aquiles de la zafra-, figura la
incorporación de 18 tractores con el empleo de carretas y remolques, así como
de una locomotora y varios carros ferroviarios.
“Si de algo usted puede estar seguro es de que vamos a batallar hasta el
último momento por el cumplimiento. De eso que no le quepa dudas a nadie. Ya
nos volveremos a ver al final de la jornada”, expreso, con absoluta convicción,
Escalona Ramírez.