Por Juan Soto Cutiño
Con la puesta en vigor, el pasado 3 de noviembre, del
horario normal en todo el territorio nacional, comenzó para los tuneros una
etapa superior y más exigente de la batalla
que vienen librando por el ahorro de electricidad.
Para los clientes de la Empresa Eléctrica, especialmente los
del sector residencial donde se concentra el mayor consumo, resulta de vital
importancia acomodar las medidas de
ahorro de acuerdo con las características de los meses de invierno, en los que
las noches son más largas y menor la luz del día, por lo que el uso de la
iluminación artificial se incrementa de manera sustancial, a partir de las 5:00
pm.
La coincidencia de la cocción de los alimentos en los
hogares entre esa hora y las 9:00 de la noche, hace que la demanda de electricidad
se dispare hasta tal extremo, que de no lograrse un uso racional y más
eficiente del fluido, las posibilidades de afectación se acrecientan.
Por consiguiente, es en ese período de tiempo, identificado
con mucha razón como el horario pico, las cerca de 150 mil familias que en la
provincia están registradas como clientes de la Empresa Eléctrica, colectivos
de centros de trabajo, de estudio, de prestación de servicio e instituciones de
salud deben cerrar filas, en virtud de utilizar solo los equipos y luminarias
indispensables.
Conviene recordar que en el caso específico de los
hogares, se recomienda no utilizar en
ese horario turbinas y planchas por ser equipos altos consumidores, así como
evitar el empleo simultáneo y de la misma toma de corriente de la hornilla
eléctrica y la olla reina.
De igual forma hay que cerrarle el paso al llamado consumo
fantasma que se produce cuando equipos con control remoto dejan de usarse y,
sin embargo, se mantienen conectados a la corriente.
La contribución de los clientes del ámbito residencial
deviene piedra angular para conseguir
los objetivos trazados por la provincia en el programa del ahorro, justo en los
momentos en que toda Cuba intensifica su esfuerzo en la actualización de su
modelo económico, severamente lastimado por los efectos del bloqueo impuesto
por Estados Unidos y la crisis internacional.
Cada familia y colectivo de trabajadores deben actuar en
correspondencia con los Lineamientos de la Política Económica y Social
aprobados por el Vl Congreso del Partido, en los que se plantea la necesidad de
profundizar en la calidad e integralidad de la política enfocada al ahorro y al
uso eficiente y sustentable de la energía.
A nadie le quepa dudas que el ahorro de todo tipo de recurso
material, especialmente del combustible que se cotiza a un elevado precio en el
mercado internacional y sin el cual no podría generarse electricidad en Cuba,
se ha convertido en una fuente de ingreso importante para la economía nacional,
por cuanto permite disponer de cobertura monetaria para financiar programas de
tanta significación social, como el de la construcción de viviendas.
De ahí la importancia de que los tuneros asuman una actitud
madura y positiva frente al ahorro de energía, en momentos en que la demanda de
electricidad alcanza sus máximos valores.
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