Como
agradece la economía cubana que centrales como el Antonio Guiteras, además de
colosos en la producción de azúcar, también sean potencias en la generación de electricidad.
Aunque
la zafra en el tunero municipio de
Puerto Padre -su sede- no ha marchado según se previó y sus dificultades
mantienen en jaque a las producciones de los derivados, la generación y entrega
de corriente al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) en cambio, figura entre las cosas buenas que allí pueden
contar.
Su
aporte a sido de tal magnitud que ni los más avezados especialistas del giro en
la industria imaginaron que, a estas alturas y en medio de tantas limitaciones
y aprietos, el central hubiese vendido al SEN ocho mil 74 MW/h, cantidad que
supera en mil 74 lo previsto para toda la zafra.
Tan
loable desempeño deviene un alivio para los bolsillos y la economía de la fábrica,
pues por ese concepto el presupuesto se vio favorecido con el ingreso de un
millón 380 mil 107 pesos, de los que 178 mil 800 (el 13 por ciento), se le pagó
a los trabajadores vinculados con la actividad.
Para
el ingeniero José Enrique Pérez, jefe de
la planta eléctrica, el merito de ese resultado se multiplica, si se valora que
con la corriente entregada al SEN por el “Guiteras” se pueden electrificar 54 mil viviendas, a razón de un consumo
promedio por hogar de 160 Kw/h.
Resulta
significativo, además, que los trabajadores del área de generación hayan podido
mantener esos logros en circunstancias nada favorables para la zafra. Digamos,
por ejemplo, que en la etapa el ingenio acumula una molida de apena el 59 por
ciento, en tanto que dejó de funcionar durante 20 días por lluvias y la caída de un preevaporador, entre
otras afectaciones.
“Aun
así -dice Enrique- no hemos dejado de ponerle a los derivados los dos mil 528 MW/h convenidos hasta la fecha ni los 200 kw diario a los motores encargados
de bombearle agua a la población de Delicias.
A pesar de lo anterior solo hemos necesitado de la red nacional un uno
por ciento más de la energía acordada”, lo cual da una idea de la eficiencia
alcanzada en la generación por nuestro central.”
Entre
las causas del positivo balance energético mencionó la sustitución de dos
tuberías de vapor obsoletas por una nueva de 20 pulgadas de
capacidad y totalmente revestida con aislamiento térmico, una adecuada
capacitación de los trabajadores y a mejoras introducidas en el esquema
energético que comprende cinco calderas y tres turbos generadores, incluyendo
uno de 12 MW, el de mayor capacidad instalado en la industria azucarera cubana.
De
extenderse la molienda por todo este mes de mayo, la entrega de electricidad al
SEN allí puede alcanzar los 10 mil MW/h, aunque con los que ya tiene vendido el “Antonio
Guiteras” está de frente a la mejor zafra energética de los últimos 10 años.
Satisface
saber que las perspectivas para el próximo año se tornan mucho más alentadoras,
pues debe contar con los servicios de
otros dos turbos generadores de 7,5 MW de capacidad per cápita y de la nueva
casa de bagazo totalmente mecanizada lo que permitirá un flujo constante de ese residuo a las
calderas, aun estando detenida la planta moledora.
Contribuciones
como esa, adquieren mayor importancia en el contexto de la situación energética
actual del país, signada por los elevados precios del petróleo y sus derivados,
en el mercado internacional.
A
pesar de lo anterior y a la ausencia de grandes recursos energéticos en suelo
patrio, el surgimiento de nuevas obras y el mejoramiento progresivo de las
condiciones de vida de la población no se detienen en cuba, aun cuando ello
implica aumento sistemático en el gasto de energía.
Tal
vez por eso, el reto de hoy del país estriba en lograr una mayor independencia
energética, mediante la utilización eficiente de todas las fuentes locales de
energía, especialmente el bagazo de la caña, el cual brinda una ventaja
adicional relacionada con la protección del medio ambiente, por su carácter
renovable.
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