Las sistemáticas visitas del Líder Histórico de la Revolución Cubana Fidel
Castro Ruz al sector azucarero, constituye el mejor testimonio de su desvelo por
el desarrollo de las zafras en Las Tunas. Cada uno de esos encuentros devino
especial incentivo para continuar la marcha con renovados bríos.
Es así que el 13 de abril de 1978 se personó
en el municipio de Jesús Menéndez donde caminó por diferentes áreas del central
e intercambió con trabajadores y directivos sobre la situación vigente de la
campaña y las posibilidades de cumplir el plan de azúcar.
Luego se trasladó hasta la calle 10 Final del
Batey, para supervisar la construcción de la mayor fabrica de tablero de América Latina Máximo
Gómez Báez, la cual se puso en marcha en
1983. Habilitada para producir tableros de
cuatro y seis milímetros, la entidad entregó en el 2015 cinco mil 74 tableros, la mayor
producción de los últimos 20 años.
Actualmente es la única de su tipo en explotación en Cuba.
En este mismo mes de abril, pero el día primero
de 1996, Fidel recorrió áreas del central Antonio Guiteras y departió con obreros y directivos, quienes explicaron la estrategia concebida para cumplir el plan de producción de azúcar y las
tareas de la recuperación cañera.
Celebró los positivos resultados de la eficiencia
fabril, expresado en valores del rendimiento industrial y el recobrado absoluto
que sobrepasan el 12 y 87 por ciento, respectivamente.
De Puerto Padre Fidel se dirigió a Manatí.
Durante el trayecto apreció la humedad existente en los campos y se interesó
por la ubicación de las fuerzas del sur
que apoyan el corte de caña en la
zona.
Las fuertes
y sistemáticas precipitaciones obligaron al central Argelia Libre a detener su
maquinaria, por lo que fue informado de las medidas adoptadas para reiniciar la
molienda y proseguir la marcha hasta el
final de la contienda. A solicitud
suya se le informó sobre la estrategia
elaborada para vincular caña desde Manatí hacía los ingenios de
Majibacoa y Antonio Guiteras.
Antes de abandonar al municipio, el Líder de
la Revolución acudió al reparto La
Calera severamente afectado por la intensidad de las lluvias. Allí indagó
por la ayuda y la atención que
reciben los damnificados.
A pesar de las dificultades, el Comandante aprecia
en cada lugar que el espíritu y la moral de los azucareros se mantienen indestructibles,
al tiempo que recibe el saludo emocionado de la población, afectos que por
estos días se multiplican al calor de su
cumpleaños 90.
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