Sequía impacta plantaciones cañeras

De una manera u otra y en diferentes proporciones, las plantaciones cañeras en las seis unidades empresariales de base de atención a productores agropecuarios, de la Empresa Azucarera,  sufren las consecuencias de la aguda sequía que desde hace varios meses impacta, a esta parte de la Isla.

Las consecuencias de las escasas lluvias caídas en lo que va de año, no solo se pueden apreciar en el crecimiento y desarrollo de las plantaciones, sino también en la gran cantidad de semillas plantadas que no germinaron.

Aun cuando está por definirse la cuantía de los daños, técnicos y especialistas del ramo en la provincia, hablan ya de una posible afectación en la disponibilidad de caña para la próxima zafra, así como de la perdida de unas dos mil hectáreas sembradas en la etapa de primavera.

El mayor impacto negativo de la sequía  se localiza en el norte y centro del territorio, concretamente las áreas abastecedoras del central Antonio Guiteras, Jesús Menéndez,  Manatí, el norte de Majibacoa y  también con importante incidencia en Amancio Rodríguez.

Para Danilo Infante Morales, jefe del grupo de caña en la Empresa, “ante tal adversidad la única estrategia valida para todas las unidades productoras es la de dedicarle mayor atención al  cultivo.

Definió, entre las tarea priorizadas para amortiguar el golpe del clima, mantener  por encima de lo acostumbrado la limpia manual, química y el cultivo de desyerbe, así como las que tienen que ver con la fertilización, en virtud de mejorar el estado vegetativo de la plantas.

“Al logro de ese propósito mucho puede contribuir  el empleo del bioestimulante y antiestresante Fitomas–E, con el cual ya se han tratado más 79 mil hectáreas de caña en el territorio y queremos cerrara el año con unas 130 mil, precisó Infante Morales.

Parejo con ese esfuerzo, se trabaja por lograr un uso más eficiente del regadío en aquellas fuentes de abasto que aún permiten su explotación, así como en el impulso de la preparación de tierra para avanzar en la siembra de frío, en la misma medida que las precipitaciones lo permitan.

No puede perderse de vista que del cumplimiento de todas las actividades agrícolas programadas dependerá que, en la zafra 2016-2017, la agroindustria azucarera tunera pueda dar continuidad al Lineamiento 209 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, que trata sobre el crecimiento sostenido de la producción de caña.