La existencia de un potencial de ahorro
calculado en más de 508 mil 400 Kw/h de electricidad al año, fue detectada en
el sector estatal durante Inspecciones realizadas por la Oficina Nacional de
Uso Racional de la Energía (ONURE) en Las Tunas.
Así lo informó a 26 el director de esa organización básica eléctrica Erdey Cañete
Tejas, quien aseguró que de aprovecharse esa cantidad el territorio podría
economizarle al país mensualmente el desembolso equivalente a 44 toneladas de
combustible y suministrarle energía a más
de tres mil viviendas.
Reconoció que el grueso de la energía que
se derrocha se concentra en entidades tuneras
pertenecientes al Grupo Empresarial Azcuba, a los ministerios de Energía y
Minas, Agricultura, Comercio Interior e Industria, así como a organismos
locales del Poder Popular.
Entre las causas que originan tal
despilfarro, el especialista enumeró la utilización de motores sobredimensionados,
desbalance de carga en fase y el mal estado de instalaciones eléctricas.
“Lo preocupante del asunto -dijo- es la
morosidad con la que se actúa frente a esos problemas, cuya solución requiere
de mantenimientos oportunos y con calidad, así como de financiamiento para
acometer inversiones más costosas pero ineludibles”.
Entre esas necesidades enumeró la compra de
bancos de capacitores para incrementar el factor de potencia de los equipos y
de recursos dirigidos a mejorar los sistemas de frío y de vapor, la
hermeticidad en las cámaras de refrigeración, el deterioro de paredes, pisos,
techos y difusores y el deficiente estado técnico de las instalaciones
eléctricas, con empalmes y falsos contactos, que provocan cortes y
calentamiento en los conductores.
Parejo con lo anterior, se precisa de medidas
organizativas como el uso de bitácora,
tener pleno dominio de los gastadores de electricidad en cada entidad y de los índices de consumo, todo lo cual
contribuirá a eliminar los salideros, averías en la maquinaria, calentamiento
de conductores e indisciplinas que conspiran con el uso eficiente de la
energía.
De lo que se trata es de gestionar con rapidez los financiamientos requeridos y eliminar del
consumo los elementos subjetivos, en virtud de lograr que la empresa estatal
socialista sea más eficiente energéticamente, y pueda enfrentar la actual
reducción de electricidad con el mínimo de afectación a la producción y
prestación de servicios a la población.
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