La siembra de caña correspondiente al
presente año comenzó en Las Tunas, como quien dice, con el pie derecho, pues
hasta el día 28 sumaban 124 las hectáreas plantadas, el 166 por ciento de lo
previsto para el mes de enero.
Tal balance demuestra, ante todo, el interés
de los productores cañeros por garantizarles a los centrales un volumen
superior de materia prima en las venideras zafras, así como su disposición de
batallar, desde el primer momento, por
el cumplimiento de una tarea que en los últimos años se ha visto
disminuida en este territorio, por una u otra
razón.
Tal vez por eso y porque sienten la necesidad
de darle una respuesta convincente a la máxima dirección del país, en lo que a
producción y rendimiento agrícola respecta, es que ellos se proponen plantar en
el 2020 sobre las 17 mil 800 hectáreas, la mayor superficie de los últimos
años.
Pero para convertir en realidad tan imponente
objetivo, es menester que las unidades productoras despojen la faena de los
estorbos que nada tienen que ver con recursos, de manera que puedan avanzar sin
pausa y sacarle óptimo provecho a cada litro de
combustible, equipo, jornada y
mes.
Cumplimiento como el de enero debe ser la tónica que predomine en lo sucesivo,
en virtud de consumar el propósito de
plantar 10 mil 875 hectáreas durante el
primer semestre, de las cuales 915 deben sellares entre enero y abril en áreas
bajo riego.
Por ese camino ya se desplazan los
territorios de Majibacoa, Puerto Padre, Jesús Menéndez y Colombia, todos con
adelantos de sus respectivos compromisos de siembra hasta la fecha, mientras
que Manatí espera por febrero para estrenarse en la tarea.
La única nota discordante la pone “Amancio”,
donde ya es evidente el incumplimiento del mes, pues hasta el día 28 solo había
cubierto con semilla 22 de las 50 hectáreas comprometidas, situación que preocupa sobremanera, no solo por la urgente
necesidad de incrementar allí la producción de caña, sino porque es un municipio marcado por los reiterados
incumplimientos de campañas anteriores.
No olvidar que, además de la siembra, se impone no
descuidar el cultivo detrás del corte, por lo decisivo que resulta esa labor en
la batalla que libra la provincia por aumentar las toneladas de caña por
hectárea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario