miércoles, 15 de marzo de 2017

¡Alerta!:caña en peligro

Un día dije y lo ratifico hoy, que la  columna vertebral de la zafra lo es, sin discusión alguna, la caña. Si esta falla, si se desploman los estimados, entonces la posibilidad de cumplir el plan de azúcar se torna poca alentadora.
Ante esa situación real de peligro, lo básico, lo más apremiante, para los azucareros tuneros, radica en acentuar la atención sobre aquellos aspectos que tienen que ver con la eficiencia agroindustrial.
Se trata de compensar por esa vía el déficit de materia prima que ya se ve venir, como consecuencia fundamental de la sequía, en áreas abastecedoras de los centrales Amancio Rodríguez, Colombia, Majibacoa y el norte del municipio de Jesús Menéndez.
Aunque se considera prematuro para conocer a ciencia cierta en que magnitud el mal tiempo impactará ese cultivo, los especialistas
 ya dan por seguro que  habrá una afectación sobre el estimado de la caña molible, el cual será mayor o menor, en dependencia del dinamismo que se le imprima al corte, alza, tiro y molida de la caña.
En  tal sentido, se debe estar alerta con los números, porque  están reflejando una situación menos tensa de la que se describe, cuando en realidad, día tras día la caña está perdiendo peso y cada vez se malogra más, como resultado de la prolongada ausencia de precipitaciones.
Frente a esa situación de peligro, Las Tunas está obligada a incrementar  los niveles de corte y molida de la caña, aprovechar de manera óptima el potencial azucarero contenido en los jugos y lograr valores en el rendimiento industrial acorde o por encima de lo previsto.
Sobre ese último indicador, cabe precisar que todos los centrales, con excepción del “Majibacoa”, le deben al plan, razón por la cual han tenido que moler más caña  para producir la cantidad de azúcar que actualmente reportan.
De ahí que en situaciones de amenaza para la caña como la actual,  el tema de la eficiencia agroindustrial cobra mayor relevancia y se convierte, de hecho, en el elemento básico, digamos que determinante, en el empeño tunero por cumplir el plan de azúcar de la presente campaña, el cual  ya rebasó el 50 por ciento.
Pero no son esas las únicas vías que los azucareros tienen para mitigar los efectos de tal adversidad. Durante la cosecha, existen otros elementos que conspiran contra los estimados, y que de igual forma requieren de especial atención. Hablo de las cañas que dejan las combinadas y no se recogen, de las que los medios de transportación abandonan en las vías por exceso de carga  -los llamados colmos- y de las que se pierden por las candelas.
Por Tanto, hay que ser más exigente y poner fuerzas y recursos en función de recuperar hasta el último canuto para disminuir, por esa vía, las llamadas pérdidas en la cosecha, así como las materias extrañas que entran a la fábrica.

Para Las Tunas, el impacto negativo de los persistentes y significativos eventos de sequía de corto y largo período acaecidos durante las últimas décadas, además de constituir un importante obstáculo en los esfuerzos por salir adelante en la producción cañero-azucarera, también han enseñado que es posible trazar  estrategias y medidas para luchar contra los mismos.
De modo que, si grande es el desafío que representa el cerco que la sequía tiende a las plantaciones cañeras, con un fogueo que le chupa el jugo y acelera el proceso de secado del tallo, mayor resulta la voluntad y el deseo de los tuneros de cumplir  el plan. 
De ahí la seguridad de que adoptarán las medidas necesarias y trabajaran mancomunadamente en las direcciones antes descritas para sacarle  mejor provecho productivo a cada una de las jornadas que restan, hasta cumplir el plan de azúcar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario