En la estrategia final de zafra, el
“Colombia” figura como una pieza clave en la zona sur de la provincia: A su
colectivo agroindustrial se le ha pedido que se haga cargo de las cañas por
cortar en áreas del central Amancio
Rodríguez, el cual fue paralizado debido
al exiguo rendimiento productivo que mantenía.
Más que una carga adicional, los trabajadores
del pequeño Reloj Tunero asumen la
misión como un estimulo y reconocimiento
por los inesperados resultados que en los últimos días obtienen en el rendimiento industrial –más del 11 por
ciento-, valor que lo ubica entre los mejores del territorio en ese importante medidor
de la eficiencia fabril.
Con esos parciales, los colombianos han
dejado boquiabierto hasta los más avezados especialistas, quienes ni en sueño
imaginaron tamaña demostración de eficiencia en tan corto tiempo, luego de
permanecer siete años al hilo sin moler. Vean si así es que para esta zafra se
le fijó como plan un rendimiento del 10 por ciento.
Al respecto vale recordar que en ocasión de
cubrir la puesta en marcha del ingenio, hace 55 días, Ada Cala Martínez, jefa
de la sala de análisis de la fábrica, nos expresó que “habría que esperar para ver el fruto de un programa de
inversiones y reparaciones que hizo del
“Colombia” un ingenio prácticamente nuevo. También porque un buen por ciento de
los obreros son jóvenes que por primera
vez se asoman a una fábrica de este tipo. Hasta la fuerza experimentada deberá
coger tamaño de bola después de siete años sin operar los equipos”.
Ahora, consultada sobre el tema, dice
sentirse asombrada por ese rendimiento, máxime si a lo apuntado en el anterior párrafo, añadimos que estamos
moliendo entre ocho y 10 horas como promedio diario por falta de caña.
“Técnicamente –indica- la industria está apta
para trabajar el tiempo que sea y nosotros ni se diga. La posibilidad de incrementar
los niveles de procesamiento de materia prima con el aporte de Amancio, nos
estimula y da la oportunidad de ganar más en experiencia y de que nuestro
aporte en azúcar sea mayor”.
Al central Colombia se le estaba
midiendo un plan por 17
mil 455 toneladas de azúcar, pero con la reprogramación de febrero, este
bajo a 10 mil 63, de las que ya se han descontados cerca de siete mil.
Por todo lo aquí expuesto y, especialmente,
por el entusiasmo, la disposición y el interés
de salir adelante que predomina entre sus trabajadores y dirigentes, es
que afirmamos que en la estrategia del sur, “Colombia” deviene una pieza clave.
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