viernes, 21 de abril de 2017

Melanio Ortiz; un modelo de polo productivo


En momentos en que la sequía pone de rodillas a muchas plantaciones y cuando el plátano burro y vianda apenas dejan ver sus caras por  placitas y mercados, lejos están los agricultores tuneros de colocarse las manos en la cabeza y mirar para el cielo, en espera de que la naturaleza les eche una mano en tan difíciles circunstancias.
Vivo ejemplo de lo anterior, lo constituyen las emprendedoras faenas que acontecen en el polo productivo de nuevo tipo Melanio Ortiz. Allí vimos a trabajadores sembrando con el auxilio de pipas para mojar el lugar donde se deposita la semilla y el uso eficiente que se le da al agua todavía disponible para el regadío de  unas 139 hectáreas de maíz, plátano vianda de la variedad Enano Guantanamero, yuca, boniato y calabaza, entre otros cultivos.
Pero lo que más llamó nuestra atención fue cuánto se hace en función de lograr, a corto y mediano plazo, la sostenibilidad de las producciones agropecuarias, mediante el fortalecimiento de la Empresa Socialista –en este caso la granja Rancho Alegre- y la creación de las condiciones mínimas indispensables para brindarle mejor atención a las diferentes formulas productivas y a los labriegos radicados en sus alrededores.

“Devolverle la vitalidad productora a esta vasta zona del municipio de Jobabo-Las tablas, Cerrecito de Cayojo, Mejía, San Antonio y Ciruelito- que en su momento, fue potencia en la producción de alimento en Las Tunas, es el fin que perseguimos al  convertir a  Melanio Ortiz  en el embrión, en un  modelo, de los polos productivos que necesitamos para asegurar la presencia de producto del agro en la mesa durante la mayor para te año”, apuntó Omar Pérez López, delegado de la Agricultura en la provincia.
Lo novedoso  de esta agrupación  radica en que a partir de la entidad estatal –granja Rancho Alegre- se dirige todo el proceso técnico productivo de las siete CCS, dos CPA e igual número de UBPC que lo integran. Es el centro de gestión del Polo, donde radica su dirección, la casa del técnico, almacenes, un taller de maquinaria, pista de combustible, tiendas para venta de insumos y semillas y una oficina  bancaria. O sea, que se le acercará al productor el  servicio integral del Sistema de la Agricultura,
A la par de este esfuerzo a favor de la producción, también se trabaja en el mejoramiento de las condiciones de vida de las cerca de 15 mil personas que conviven en las ocho comunidades agrícolas enclavadas en el polo de referencia. Dígase los viales,  la recuperación de seis círculos socioculturales,  de naves y puntos de acopio, reparación y pintura de consultorios del Médico y la Enfermera de la familia, bodegas y escuelas.

Todo esto, más la recuperación en Las Tablas de un sistema de regadío que beneficiará a 67 hectáreas –ya se probó-, la instalación de otro en la zona de Feijoo y la adquisición de varios recursos, se ha podido ejecutar con financiamiento otorgado por la Federación  Internacional de Desarrollo Agrícola a través del  programa PRODECAR.


De manera que la apertura del mayor polo productivo de  Las Tunas,  el cual abarca unas cuatro mil hectáreas, ha impactado positivamente en la población y sobre todo en trabajadores como  José Rondón, quien, con orgullo  expresa: “Ahora esto si va en serio. Los obreros ya comienzan a regresar  y muchos jóvenes están firmando contratos.  Estamos muy contentos, vamos a lo que era antes Melanio Ortiz, un gran productor de vianda”.

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