viernes, 28 de abril de 2017

MI PUEBLO ARDE, PERO NO EN LLAMA

En los albores  del Primero de Mayo, mi cuidad se muestra al visitante en todo su esplendor. La colocación de banderas, adornos, carteles y de afiches en avenidas, edificios, instituciones y centros de la economía y prestación de servicio, la hacen más bella, reluciente y acogedora que de costumbre.
Tanto en esta urbe como en  las restantes ciudades, pueblo y comunidades, la gente  lleva a cabo sus actividades cotidianas pensando en la gran cita del Proletariado Mundial.
Desde hace varios días  la dinámica  en toda la geografía tunera ha cambiado hasta tal punto, que  a estas alturas ya todos los municipios visten las mejores galas para convertirse en el escenario propicio que acogerán a  hombres y mujeres, jóvenes y niños, trabajadores y no trabajadores. En fin, al  pueblo todo.
Y si de preparativos se trata, las familias no se quedan atrás. En cada hogar se ponen a punto sombreros, sombrillas, pañueletas, banderas y bolsos provistos con agua y otros aseguramientos.
Plaza y desfile, desfile y plaza. Dos vocablos que   se repiten una y otra vez  en la prensa escrita, radial y televisiva, en  centros de trabajo y de estudio,  paradas de ómnibus, reuniones,  vivienda y en cualquier esquina del barrio. Tanto es el interés que la cita obrera  promueve, que más de 300 mil tuneros de todas las edades y sexos, ansiosos por vigorizar  su unidad en torno al Partido y  a la Revolución,  han  fijado su participación en las disimiles  marchas y encuentros que tendrán lugar, de un extremo a otro, de este territorio.
Tamaña movilización puede interpretarse como  fruto del cambio que viene operándose en Las Tunas, de su progreso en todos los frentes y de manera especial en lo social, a partir de un sistema de trabajo que tiene como eje motriz, la solución de los problemas, a partir del esfuerzo propio.
Por eso es que en esa histórica Jornada los nativos podrán hablar de resultados, de  impulso en la producción de alimento y de cumplimientos, como los alcanzados por los agropecuarios en los nueve encargos estatales -tomate industria, arroz y frijoles para la canasta familiar, venta leche contratada, carne vacuna, de ganado menor y porcina, huevos y madera cerrada- así como en  exportación de carbón vegetal, tabaco y miel.
Esa es también la divisa que marca el quehacer en las empresas de Muebles Ludema,  ACINOX -esta última autora de un  récord productivo- e incluso del sector azucarero, pues a pesar de   la  difícil situación de la zafra, sus obreros llegan al Día Internacional de los Trabajadores con un crecimiento superior a las 30 mil toneladas del dulce, respecto al año anterior, mientras el central Majibacoa  suma ya seis mil toneladas  extras y  el ”Antonio Guiteras”  acumula unas 76 mil 500 y continua en pleno zafarrancho, dispuestos a completar  las 100 mil, con lo cual  recuperaría la condición de mayor productor, actualmente en  poder del “Uruguay”.  Hasta la reincorporación del “Colombia” y su aceptable desempeño, es digno de encomio.
Así de fogoso y emotivo anda el ambiente por Las Tunas, cuando apenas faltan horas para el memorable desfile, el cual constituirá una manifestación de unidad y de apoyo a las transformaciones económicas y sociales que se llevan a acabo en la nación, al calor de los acuerdos y resoluciones emanados del Vll Congreso y de la Conferencia Nacional del Partido.

Como diría un amigo, al observar el incesante movimiento que por estos días aquí se vive: “Mi pueblo arde, pero no en llama, sino  de alegría, entusiasmo y de combatividad revolucionaria”.

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