jueves, 29 de junio de 2017

En los derivados, Las Tunas a la vanguardia nacional

A propósito de la celebración en La Habana del XIV Congreso Internacional sobre caña de azúcar y derivados, cuyas deliberaciones se extenderán hasta el viernes, me parece oportuno actualizar al lector acerca de cuanto ha hecho Las Tunas en función de cumplir la política trazada por el país para el tema objeto de análisis por los más de 700 delegados presentes en la cita..
Sin en el menor atisbo de regionalismo y mucho menos de exageración,  lo primero que debo decir es que si ahora mismo, la dirección del Grupo Empresarial Azcuba  decidiera posesionar a las provincias por los resultados alcanzados en el programa de la diversificación para incorporarle al azúcar mayor valor agregado, lo más seguro es que Las Tunas aparezca en la vanguardia nacional.
Esa hegemonía obedece a una labor de años, que en la última etapa se ha acentuado en el territorio, con la apertura de nuevas plantas que posibilitan un uso más integral de la caña, a partir de sus potencialidades para producir alimento y energía.
Tal es la importancia que se le concede a la tarea, que varios Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el Vl Congreso del Partido, se refieren a la necesidad de incrementar, de manera progresiva, la producción cañero-azucarera, los derivados y la diversificación.
A tono con ese apremio los trabajadores agroindustriales tuneros vienen dando pasos, conscientes de que el futuro inmediato de la economía no reside únicamente en lo que representa el valor del azúcar, sino, además, en  el aporte monetario por concepto de electricidad, alcohol, alimento animal y otros renglones provenientes de la biomaza que genera la  cosecha de la caña.
De modo tal que a las 20 fábricas con tiempo de explotación, en la etapa más reciente se sumaron otras cuatro para la producción de cera fina y alimento animal en los centrales Majibacoa, Amancio Rodríguez, Colombia  y Antonio Guiteras.
Al valorar el rol de los derivados aquí, especialistas de la Empresa Azucarera, apuntaron que al territorio le corresponde garantizar el 30 por ciento de la producción  nacional del alcohol, el 32 de CO2 y el 20 de rones, además de tener la exclusividad en la fabricación de tableros y cera fina.
Actualmente la provincia produce cerca de 30 tipos de derivados, entre los que figuran diferentes variedades de bebidas, de alcoholes, de alimento animal, tableros, biogás, hielo, CO2, cera, electricidad…Además cuenta con una fábrica de botellas.
Pero el verdadero impacto económico-social que en el territorio tiene el programa de los derivados se comprende mejor, cuando se habla de un  ingreso al  presupuesto estatal que anualmente ronda los 30 millones de pesos en moneda nacional y una cuantía importante en divisa por concepto de  la exportación de alcohol, rones especiales y la venta en frontera de ese último surtido.
En la visión estratégica sobre el asunto, los versados en la materia consideran que la utilización de la caña permite un procesamiento industrial en un ciclo cerrado de aprovechamiento integral, que llega hasta los residuales, de modo que estos no causen daño al medio ambiente y al mismo tiempo tengan utilidad económica y un beneficio social tangible, como en el caso de la provincia, donde los derivados proporcionan  empleo a  más de 700 personas.
Aún cuando posiblemente ninguna otra provincia haya hecho más por la diversificación y los derivados de la caña que Las Tunas, lejos están los trabajadores de esa rama de regodearse por lo alcanzado, pues reconocen lo mucho que resta por hacer, hasta alcanzar el máximo de aprovechamiento de las potenciales productivas instaladas en las plantas procesadoras, las que a su vez se han visto limitadas por los insuficientes resultados obtenidos en la recién finalizada zafra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario