Si en esta región del oriente de la Isla hay
una comunidad que puede servir de muestra del desarrollo económico y social
alcanzado por el país en el área rural, esa es Bartle.
Fundada el 19 de septiembre de 1902 al calor de
la construcción del ferrocarril central que atraviesa de este a oeste el
territorio nacional, el asentamiento se encuentra situado en el municipio de
Las Tunas, a unos 20 kilómetros al oeste del centro histórico de la capital
provincial.
Allí se pueden encontrar muchos de los
servicios básicos y generales propios de las grandes ciudades, lo cual genera
tranquilidad y placer entre sus habitantes y los vecinos de barios colindantes.
Mencionemos, a manera de ejemplo, la
existencia de instituciones económicas, de salud pública, de servicios,
culturales, sociales, educacionales, de comunicaciones, eléctricas y otras, que
facilitan las gestiones y mejoran la calidad de vida de los lugareños.
En lo económico y como fuente de empleo y de
ingreso más importante, el poblado dispone de las fábricas de Cabos para
insumos agrícolas, de Galletas de sal, Bolsos THABA y de Ron y Vino, esta
última merecedora de varios reconocimientos nacionales por la calidad y elevada
aceptación de sus ofertas en moneda nacional y en divisa.
Orgullo de sus pobladores es el Hospital
Rural Alberto Arcos Lunque, habilitado con los requerimientos necesarios
para atender a los pacientes en el cuerpo de guardia y en las salas de
observación, ingresos y de embarazada. Completan la red de Salud Pública un
Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia, local para fisioterapia y
rehabilitación y el servicio de podología.
Bartle posee un Centro Escolar, varios colegios
en la periferia, Escuela Secundaria
Básica Urbana (ESBU) y una Secundaria Obrero-Campesino (SOC), mientras que para
el disfruta cuenta con un Cine, Casa de
Cultura, Circulo sociocultural, estadio de béisbol, gimnasios de boxeo y al aire libre y un área de voleibol.
También dispone de servicios bancarios,
farmacéuticos, de correo, de telecomunicaciones, eléctricos, de unidades de
comercio y gastronomía, de transporte de pasajeros (por ómnibus y trenes),
un Joven Club de Computación y de una
moderna planta potabilizadora que garantiza el suministro de agua a más de dos
mil viviendas y sobre las seis personas.
Durante nuestro recorrido por el poblado -a propósito de la evaluación del Trabajo
Comunitario Integrado por Nosotros
Mismos- Juan Eliades Ortiz
Hechavarría, Delegado de la Circunscripción 68 y a la vez Presidente del
Consejo Popular 11, nos aseguró que el acceso a servicios básicos contribuye al
bienestar de los lugareños por cuanto solo tiene que viajar a la Ciudad de Las
Tunas en caso de necesidad extrema.
No obstante al esplendor logrado y a pesar de
cuanto se ha perfeccionado la labor del Grupo de Trabajo Comunitario, lo cierto
que en Bartle la población todavía afronta dificultades.
En el intercambio de opiniones de los
dirigentes con la masa, se habló de la necesidad de mejorar la telefonía
pública y la calidad de los cárnicos, de las viviendas que todavía reciben el
servicio eléctrico a través de tenderas, de poner ómnibus con mayor capacidad y
de la construcción de un círculo infantil o en su lugar de un local provisional para el cuidado de
los niños de las mujeres trabajadoras.
Independiente de esos reclamos, el encuentro
permitió trazar estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida de la
población, estimular la cultura comunitaria y las actividades deportivas,
tareas en la que Bartle se defiende muy bien y hace importantes aportes.
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