viernes, 1 de septiembre de 2017

Bartle: entre adelantos y preocupaciones

Si en esta región del oriente de la Isla hay una comunidad que puede servir de muestra del desarrollo económico y social alcanzado por el país en el área rural, esa es  Bartle.
Fundada el 19 de septiembre de 1902 al calor de la construcción del ferrocarril central que atraviesa de este a oeste el territorio nacional, el asentamiento se encuentra situado en el municipio de Las Tunas, a unos 20 kilómetros al oeste del centro histórico de la capital provincial.
Allí se pueden encontrar muchos de los servicios básicos y generales propios de las grandes ciudades, lo cual genera tranquilidad y placer entre sus habitantes y los vecinos de barios colindantes.
Mencionemos, a manera de ejemplo, la existencia de instituciones económicas, de salud pública, de servicios, culturales, sociales, educacionales, de comunicaciones, eléctricas y otras, que facilitan las gestiones y mejoran la calidad de vida de los lugareños.

En lo económico y como fuente de empleo y de ingreso más importante, el poblado dispone de las fábricas de Cabos para insumos agrícolas, de Galletas de sal, Bolsos THABA y de Ron y Vino, esta última merecedora de varios reconocimientos nacionales por la calidad y elevada aceptación de sus ofertas en moneda nacional y en divisa.
Orgullo de sus pobladores es el Hospital Rural  Alberto Arcos Lunque, habilitado con los requerimientos necesarios para atender a los pacientes en el cuerpo de guardia y en las salas de observación, ingresos y de embarazada. Completan la red de Salud Pública un Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia, local para fisioterapia y rehabilitación y el servicio de podología.
Bartle posee un Centro Escolar, varios colegios en la periferia,  Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) y una Secundaria Obrero-Campesino (SOC), mientras que para el disfruta  cuenta con un Cine, Casa de Cultura, Circulo sociocultural, estadio de béisbol, gimnasios de boxeo y  al aire libre  y un área de voleibol.
También dispone de servicios bancarios, farmacéuticos, de correo, de telecomunicaciones, eléctricos, de unidades de comercio y gastronomía, de transporte de pasajeros (por ómnibus y trenes), un  Joven Club de Computación y de una moderna planta potabilizadora que garantiza el suministro de agua a más de dos mil viviendas y sobre las seis personas.

Durante nuestro recorrido por el poblado  -a propósito de la evaluación del Trabajo Comunitario Integrado por Nosotros Mismos-  Juan Eliades Ortiz Hechavarría, Delegado de la Circunscripción 68 y a la vez Presidente del Consejo Popular 11, nos aseguró que el acceso a servicios básicos contribuye al bienestar de los lugareños por cuanto solo tiene que viajar a la Ciudad de Las Tunas en caso de necesidad extrema.
No obstante al esplendor logrado y a pesar de cuanto se ha perfeccionado la labor del Grupo de Trabajo Comunitario, lo cierto que en Bartle la población todavía afronta dificultades.
En el intercambio de opiniones de los dirigentes con la masa, se habló de la necesidad de mejorar la telefonía pública y la calidad de los cárnicos, de las viviendas que todavía reciben el servicio eléctrico a través de tenderas, de poner ómnibus con mayor capacidad y de la construcción de un círculo infantil o en su lugar   de un local provisional para el cuidado de los niños de las mujeres trabajadoras.

Independiente de esos reclamos, el encuentro permitió trazar estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida de la población, estimular la cultura comunitaria y las actividades deportivas, tareas en la que Bartle se defiende muy bien y hace importantes aportes.


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