Si el 31 de marzo de 1996 quedó registrado en
la historia de Jobabo como uno de los
días más gloriosos acaecido en ese municipio, Para Pedro Jiménez
Espinosa, entonces primer secretario del Partido en ese territorio, fue el momento más intenso y feliz de toda su existencia.
“Figúrate tú Fidel en persona y yo ahí, a su
lado todo el tiempo, respondiéndole cada pregunta. Fue tanta la emoción que yo
andaba como hipnotizado y, en ocasiones, ni oía lo que me preguntaba.
“Su figura legendaria impresiona nada más de
verlo, no solo por su estatura, sino por su cualidades humanas y los
profundos sentimientos de amor hacia los humildes”.
“En la plaza el Comandante quedó gratamente
impresionado por la magnitud de la concentración. Pregunta por la cantidad
de habitantes que viven en la zona
urbana; “17 mil Comandante; -¿cuántos están en la plaza-; “No sé Comandante.
Nosotros aquí hemos celebrados muchos actos, pero como esta concentración,
jamás. Era tanta la cantidad de personas que casi no podían aplaudir.
Al finalizar la entrega de certificados a los
mejores macheteros y de la bandera por el cumplimiento del plan de producción,
Fidel, visiblemente emocionado, me abrazó
y yo pensé demostrarle mi aprecio apretándolo fuerte, pero me contuve por temor
a lastimarlo.
“Luego del acto, en un aparte con el entonces
primer secretario del Partido en la provincia Misael Enamorado en el que yo
estuve presente, Fidel impartió la orientación de acometer acciones para
mejorar el estado de las viviendas más humildes, a partir de lo cual surgió en
Las Tunas un Movimiento Popular que se
convertiría, más tarde, en referente para el resto del país.
“Revelo este detalle para que se comprenda el
perenne desvedo del Comandante en Jefe por el mejoramiento de las condiciones
de vida de los cubanos.
“Siempre he sido fidelista, porque así me
educaron. Mi padre me decía cuando Fidel diga algo y tú no lo entiendas, haz lo
que diga Fidel. Después de este contacto físico con el Jefe de la Revolución
Cubana, ya puedo morir tranquilo porque hice realidad el sueño más caro de vi
vida: abrazar a Fidel.
“Tras su partida física, mantendremos en alto
las banderas por la que él dedico toda su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario