Tras permanecer 21 años paralizada, comenzó a producir la
planta de cera fina del central Majibacoa, única de su tipo en activo en Cuba.
Miguel Campo Ramírez, jefe del área de los
derivados en dicho enclave económico,
dijo que ya se han entregado más de dos de las tres toneladas con las que el colectivo de trabajadores
espera cerrar el presente año.
“Conocer que lo realizado hasta ahora mantiene los parámetros de calidad exigidos
por la Industria Farmacéutica Nacional -destinataria de nuestra producción- para
la fabricación de distintos medicamentes, entre ellos el PPG, nos sirve de
aliento y a la vez de acicate, para no bajar la guardia”, resalta el
especialista.
Estimulados por tales resultados, los 90
trabajadores de la unidad acordaron un plan de producción, para el 2017, de 25
toneladas del referido producto, para lo cual disponen en almacenes de más de mil toneladas de cera cruda, traída
desde todo el país.
Según precisiones de Miguel, esa cantidad de
materia prima da cobertura para producir cera fina durante cuatro o cinco años, por lo que hasta
entonces no será necesario poner en marcha la fábrica de cera cruda, ubicada en
áreas aledañas del “Majibacoa”.
Para llegar hasta ese momento, fue necesario someter a la unidad a un plan de inversiones y reparaciones valorado
en más tres millones de pesos, cantidad que no fue mayor gracias al buen estado
de conservación que mantuvo el grueso de
los componentes fabriles.
El rescate del referido surtido, se inserta
en la estrategia nacional de impulso a la diversificación de la producción del
sector, en virtud de inyectarle al azúcar mayor valor agregado.
En tal sentido, el área de los derivados del
central Majibacoa también tiene entre
sus misiones, la producción de hielo y Vino (consumo humano), miel urea-
bagacillo y bloques multinutricionales (alimento animal) y el empaque de bagazo
con destino a la fábrica de tableros
Máximo Gómez Báez, del municipio de Jesús Menéndez.
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