Cuando
el viernes pasado el equipo que representa a la cosecha manual y mecanizada de
la caña en Majibacoa entró en acción, ningunos de sus integrantes sospechó que
pocas horas después, la lluvia los obligaría a detener por completo los cortes,
situación que, hasta al mediodía de ayer, se mantenía.
En
estos momentos los directivos de la zafra allí, siguen al detalle la evolución
de la humedad en los campos, para tan pronto como esta permita el acceso de
los equipos de corte, alza y tiro dar la
orden de reiniciar las operaciones.
Por
su parte, los obreros industriales, que desde el lunes esperan ansiosos por la caña para poner en marcha la planta
moledera del ingenio, aprovechan este impasse para afinar los “hierros”.
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