viernes, 1 de diciembre de 2017

Proteja su bolsillo y el de la economía

Por estos días en los que la demanda de consumo pone en serio apuros a las unidades generadoras de electricidad, es cuando más el país necesita de los tuneros  un uso más eficiente y racional de tan vital servicio.
Se trata de alejar, con el esfuerzo de los clientes de los sectores residenciales y estatales, la sombra  de los apagones que pende  sobre los hogares, centros de trabajo y unidades de prestación de servicios entre  las 5:00 de la tarde y 9: 00 de la noche, desde que comenzó a regir en el territorio nacional el horario normal o de invierno, como también se le denomina.
Quizás la palabra apagón suene muy dura al oído de quienes vivieron aquella espantosa etapa en la que la provincia permanecía sin electricidad buena parte del día y de la noche, y  que ahora se regocijan por la solidez y confianza alcanzada por el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) a partir de la Revolución Energética, cuyas acciones se tradujeron  en bienestar y calidad de vida para la población.
Ante semejante progreso no deja de ser una realidad que cualquier interrupción en el suministro de electricidad, por pequeño que sea, causa incomodidad en las familias, máxime si estos ocurren a la hora de conectar los equipos de cocción a la corriente.
En tales circunstancias el Estado acomete acciones, como el desplazamiento de los procesos productivos del horario de mayor demanda (de 5; 00 pm a 9: 00 pm) para proteger en lo posible al sector residencial, esfuerzo que podría no tener los efectos deseados, de persistir la tendencia al aumento del consumo en los hogares, el cual alcanza su clímax justo a las 6 y 10 de tarde, según los especialistas.
Vale aclarar, sin embargo, que Cuba cuenta con capacidad de generación para enfrentar cualquier exigencia, pero en las condiciones actuales en que se desarrolla la economía, muy lastimada por el huracán Irma y en medio de un bloqueo recrudecido y de limitaciones de recursos, no es posible gastar más combustible en generar electricidad por encima del plan de los122 MW asignado a la provincia.
De ahí que de no cumplirse las regulaciones concebidas para esta etapa del año el territorio puede verse sometido a una presión de carga de tal magnitud, que no le quedará más remedio que reducir el gasto excesivo de electricidad, mediante programas restrictivos en la distribución de la misma.
Es la razón por la cual Anislei Santiesteban Velázquez, director de la Unidad Empresarial de Base de Servicios Comerciales en Las Tunas, hace un llamado para que en las viviendas y centros de trabajo, desempolven las medidas de ahorros y adopten cuantas iniciativas entiendan, en función utilizar durante el horario pico solamente la iluminación y los equipos necesarios.
En aras de contribuir al empeño, 26 trae a colación algunas de las medidas de ahorra de mayor impacto en la zona residencial –responsable del 85 por ciento del consumo total de ala provincia-, tales y como mantener limpios los equipos electrodomésticos, fundamentalmente los de la cocina. Su buen estado prolonga la duración de los mismos y reduce el consumo.
Revisar los aparatos que al conectarse produzcan chispas o calienten el cable, siempre que pueda evite enmarcar la cocción de los alimentos dentro del horario de mayor exigencia, así como conectar turbinas para bombear agua.
Planchar la mayor cantidad de ropa en una sola sesión. Conectar muchas veces la plancha gasta más energía que mantenerla encendida un buen rato.  Desconectar el aire acondicionado al salir de la habitación porque consume como promedio 150 kilovatios/hora mensuales. Instalarlo donde no reciba la luz solar y Limpiarlo y cambiar regularmente los filtros.
Iluminar exclusivamente los espacios que requerimos con lámparas y tubos adecuados. Siempre que sea posible, aprovechar la iluminación natural.
Emplear colores claros para pintar paredes y techos, y luces fluorescentes en los espacios que exigen más iluminación, como la cocina y el baño, no utilizar el televisor como radio, entre otras  instrucciones para economizar energía en los hogares.
De modo tal que, en la medida en que usted  proteja   su bolsillo, en esa misma proporción estará ayudando a que la economía no acuda a las arcas para financiar importaciones de combustibles destinado a la generación de electricidad, por encima de lo planificado, objetivo final del cambio de horario, que en Cuba se estableció, por primera vez, en 1928.


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