Ruido en los cañaverales

La quietud y el silencio que por meses acompañan a los campos cañeros de mayor edad, cedieron su lugar al ajetreo y al ruido ensordecedor de potentes motores,  cuando en la mañana de este 8 de diciembre, entró en acción la fuerza mecanizada de corte, en áreas abastecedoras del central Majibacoa.

Tal y como se esperaba, la apertura de la zafra 2017-2018 en la provincia por el principal animador de las últimas campañas en esta zona, devino en un gozoso y emotivo acontecimiento productivo, al estilo de quienes con su esfuerzo, dedicación y buenos resultados, han ganado un puesto de honor en la producción azucarera en Cuba.

Confianza, optimismo y plena disposición para el trabajo es cuanto se puede apreciar en los integrante de la familia que  conforman cada brigada de macheteros y pelotón de combinadas; dígase operador, chofer, mecánico, ayudante, noviero, cocinera, auxiliar de cosecha y el jefe de la agrupación.

Ellos y los 217 macheteros han hecho firme el compromiso de   cortar, alzar y tirar las siete mil 689 toneladas de caña comprometidas por jornada, lo cual implica extraerle el máximo de productividad a las 44 combinadas, 79 camiones, 102 remolques y al resto del equipamiento que acompaña a las fuerzas manuales y mecanizadas en esta campaña.

“La tarea es ardua y compleja, pero yo confío en la fortaleza de espíritu y trabajo de esos hombres y mujeres, Por eso me atrevo a decir que por ellos el central no dejará de pitar el lunes próximo anunciando el inicio de la molienda”, apunta Alberto Escalona Ramírez, jefe operaciones de zafra en Majibacoa.

Mientras ese momento llega, en el ingenio ultiman hasta el más mínimo detalle para que la puesta en marcha de su planta moledora sea un éxito.